"Brindar espacio"


"Pero es que se la pasa horas jugando"

"Sale solo o (a) y no le gusta que este con ella o él"

"No me prestas atención"

"Siempre andas con tus amigos o (as)"

Estas son algunas de las frases que siempre decimos y es que a menudo nos convertimos en seres posesivos e incluso compulsivos, deseamos tener a nuestras parejas cerca las 24 horas del día, los 7 días de la semana e incluso los 365 días que tiene un año , controlando sus movimientos, sin brindar ese espacio que él o ella necesitan para ser o hacer lo que les gusta que juntos no se logra.

Permitir ese espacio en una relación la fortalece mucho e incluso permite darse cuenta que tanto te valoras como persona y que tanto te amas a ti mismo ya que mientras mas te valores como personas puedes brindar a las demás cariño y amor puro y sincero. 

En el contexto de una relación de amor romántico, podría entenderse que dar espacio a la otra persona es la apertura a que desempeñe actividades vitales de forma independiente y privada, durante el tiempo que necesite. Y, principalmente, de una manera exenta de juicios y consecuencias.

“Los celos son siempre el instrumento certero que destruye la libertad interior y elimina en la compañía toda la felicidad posible”.
-Gregorio Marañón-

Ya sea porque detectamos esa necesidad en nuestra pareja o bien porque ella nos lo solicita explícitamente otorgar un tiempo y espacio privados sin ser observadores ni influyentes puede constituir, según cómo se mire, un acto de amor en sí mismo. A fin de cuentas, si se ama verdaderamente a alguien, ¿no se querría lo mejor para esa persona? 

Tener pareja no debe limitar el seguir creciendo como personas. El tener una identidad propia, el seguir cultivando esas aficiones que tanto nos gustan y disponer de tu red social de familiares y amigos. Día a día, estos aspectos nos aportan esa felicidad sencilla que se complementa a la que nos ofrece nuestra pareja.

El espacio personal en la pareja es esencial para cualquier relación. Todo el mundo necesita un espacio personal para desarrollarse como individuo, practicar sus aficiones, entablar amistades y expresar su personalidad.

Para alcanzar una felicidad plena es necesario que exista un equilibrio entre el espacio de la pareja y el individual, muchas personas piensan que las verdaderas parejas deben hacerlo todo en común, que la felicidad está en no separarse en ningún momento y compartir un espacio único a cada instante.

Sin embargo, a largo plazo, no es sostenible. Para mantener la salud mental y emocional hay que tener momentos de individualidad, de privacidad, para mantener lo que nos caracteriza y que también nos hace felices.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La mujer y la paciencia

Ojos que no ven, sexto sentido de la mujer que lo descubre.

"La famosa rueda de la vida"